Origen e Historia
Vestida de misterio y décadas de invisibilidad, la historia de los Epeison es enigmática y motiva a la investigación.
El origen exacto de la aparición de los Epeison en el Cabo de Hornos es aun un misterio, sin embargo, estudios recientes han comprobado que descienden, en parte, del “Equus caballo”, especie que vive en Tierra del Fuego hace más de 2 millones de años.
En efecto, la presencia de caballos en el sur de Chile no es extraña y algunos exploradores y viajeros que naufragaron en Cabo de Hornos en el siglo XIX, como Charles Darwin, registran en sus investigaciones el hallazgo de molares equinos enla zona. Probablemente esta especie originaria experimentó un mestizaje con los ejemplares introducidos en la región por las expediciones europeas del siglo XIX, las que requerían de caballos para mantenerse y explotar el territorio.
Continua leyendoLos Epeison, durante varias décadas desarrollaron un vida prácticamente invisible, pero gracias a su adaptación extraordinaria al medio se incrementó el número de ejemplares y ya en la década de 1960 abundaban en los valles de Lapataia y Yendegaia comenzando a ser vistos por los viajeros y exploradores del lugar. Sin embargo, eran esquivos a la presencia humana, lo que da cuenta de su existencia en libertad. El único contacto con el ser humano está vinculado a la persecución que, en el último tiempo, han sufrido por parte de los cazadores de Tierra del Fuego.
De esta manera, los Epeison serían producto de una increíble unión de caballos nativos y extranjeros, y por lo tanto estaríamos en presencia de unos equinos hijos de la historia milenaria y también reciente de la Patagonia chilena.
Esta maravillosa historia de mestizaje y evolución, si bien tiene aun muchos capítulos por investigar o al menos aclarar, demuestra que los Epeison han hecho suyas las tierras australes y merecen ser preservados, cuidados y respetados en su existencia indómita en tierra del fuego, todas labores que requieren de nuestro esfuerzo constante no sólo como fundación, sino también como amantes de los caballos, un ser sin voz e inseparable de la historia del hombre.