Adaptación al medio

Fuertes y voluntariosos, los Epeison lograron sobrevivir a las inclemencias climáticas y geografía extrema de la Cordillera de Darwin, recorriendo su territorio como amos majestuosos y pacíficos.

Los Epeison han desarrollado la habilidad de vivir en las más variadas condiciones naturales imperantes en la Patagonia chilena. Ríos, pantanos, abruptas quebradas, llanuras, y glaciares son sólo algunos de los escenarios en que los Epesion llevan a cabo su vida.

Su grueso pelaje, único entre los caballos del mundo, les ayuda a soportar las lluvias y vientos árticos, la nieve acumulada hasta sus vientres y temperaturas que pueden llegar a los 40ºC bajo cero.

Al ser caballos salvajes, los Epeison han logrado satisfacer sus necesidades básicas de manera absolutamente independiente al ser humano. Son capaces de beber el agua dulce de ríos y lagos, como también la salinizada de pozas cercanas al mar y pueden comer hiedras venenosas y plantas espinudas, inclusive el “greenbrier”, también llamada “alambre de púas verde”.

En cualquiera de los múltiples y adversos hábitats de la Patagonia, los Epeison han logrado adaptarse, relacionarse entre ellos con un comportamiento social propio, mantenerse adecuadamente y reproducirse.

Como fundación hemos trabajado por dar a conocer estas maravillosas particularidades adaptativas y la relevancia científica de su investigación, estando convencidos de la necesidad de ahondar en nuestro conocimiento sobre esta raza enigmática de caballos porque lo que ya sabemos de los Epeison nos conmueve y motiva a descubrir todos aquellos misterios que esconden.