Los salvajes caballos de Inglaterra y el proyecto de reforestación checo

POR CARLA REYES

En diversas ocasiones se ha justificado la cruel matanza de caballos salvajes argumentando que ellos pueden representar una amenaza para el ecosistema. Especies animales y vegetales son utilizadas como pretexto de maltratos que lejos están de proteger el medio ambiente. Sin embargo, el manejo sustentable de estos equinos es una alternativa respetuosa de los derechos de los animales que descarta radicalmente el uso de la fuerza en su contra. Un extraordinario ejemplo de ello y que a su vez demuestra el inmenso aporte que pueden significar las especies salvajes para la conservación de ecosistemas, es el proyecto de reforestación de parques nacionales que actualmente tiene lugar en la República Checa.

Especialistas medioambientales y el ministerio del medio ambiente de ese país han apoyado una importante medida de reforestación basada en la cría de caballos salvajes para lograr la recuperación natural del ecosistema.

En Europa, los únicos caballos salvajes sobrevivientes hasta la actualidad se encuentran en Inglaterra, en el Parque Nacional Exmoor. Esta especie de caballos, llamada coloquialmente “poni céltico”, será insertada en reservas naturales checas, con el objeto de contribuir a la mantención de sus ecosistemas, lo que implica el regreso de estos caballos a la República Checa después de un milenio.

El objetivos es que el poni céltico, una vez en la reserva natural, paste y se alimente de aquellas plantas que representan una amenaza para otras especies vegetales o animales, como aves, serpientes, escarabajos o mariposas.

El hecho que los caballos sean salvajes es de particular relevancia, ya que no esperarán ser alimentados por los seres humanos y buscarán sus propios medios de subsistencia comiendo las hierbas de las estepas.También es sumamente importante que las personas que visiten las reservas no les den comida a estos animales ya que, tal como indicó Tomás Rothöckl, director del Parque Nacional Podyji, esta acción podría implicar que se les de un alimento perjudicial para ellos, como el pan, el que incluso podría matarlos.

i la inserción de este caballo salvaje en las reservas naturales checas tiene éxito, podrían reproducirse y tener un nuevo grupo de potrillos en la primavera del año 2019.

El proyecto Checo deja de manifiesto que la existencia de caballos salvajes puede ir de la mano de la preservación de ecosistemas. La protección de estos equinos no solo es favorable en sí misma por significar la conservación de un tipo fabuloso de caballo, sino también porque su existencia puede contribuir a proteger el medio ambiente. En consecuencia, el exterminio de estas especies en aras de la protección de otros animales o de determinadas especies vegetales, no tiene justificación y no es sino el manejo sustentable de los caballos salvajes el que puede generar un equilibrio ecológico.

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